martes, 19 de julio de 2011

MIEDOS

No dejo de fumar y de beber coca-cola zero y de pensar lo asquerosamente desorganizada que es mi vida, miro a mi alrededor y está todo desordenado, como mi vida, pero no me apetece ordenar nada, es más, sólo me apetece quedarme aquí sentada y seguir bebiendo coca-cola y fumando y pensar y pensar. Lo peor de pensar es que no se soluciona nada, que hay que actuar y ya estoy harta. En medio del caos, miro el móvil una vez más, pensando que tal vez aunque estés a su lado te acuerdes de mí y me mandes un email. Pero no me vas a mandar un email después del que yo te mandé ayer pidiendo que desaparecieras y siendo una histérica cuando realmente no puedo pedir nada más que algún mimo o algún beso cuando ella te deja tiempo para venir. Vuelvo a mirar alrededor y me doy cuenta que lo único que quiero es desaparecer del mapa y lo peor es que me gustaría hacerlo contigo. Otra vez estoy en una situación complicada, me juré a mí misma que estaría sola un tiempo y que me retiraba de un mercado en el que siempre salgo perjudicada y es una mierda y que por eso me cortaba la coleta. He vuelto a caer en el mismo bucle, uno que gira en torno a un hombre, a un hombre equivocado que piensa en otra y que, en este caso, también duerme con ella. Estoy cansada de pensar en el amor, en el trabajo y sobretodo en el dinero. Me alimento cada día de mis frustraciones y de mis sueños y eso hace, que esté aún peor. Y me meto en el bucle de tener 31 años y estar perdida muy muy perdida y muy muy desesperada. Ha llegado el momento de la estabilidad, de la madurez pero no estoy preparada para las entrevistas de trabajo porque supuestamente me pongo demasiado nerviosa…
Y pienso en que me toque la lotería y olvidarme de todo, o de beber y caer inconsciente y olvidarme de todo, o de huir, salir corriendo a las faldas de mamá donde todo parece tan fácil, a veces,  y sentirme una niña que todavía no ha emprendido el vuelo. Pero el vuelo lo emprendí hace tiempo y ahora como en lost, estoy en una puta isla desierta dónde no sé qué coño pasa y que no sé cómo coño salir. Me encantaría volver atrás y tomar otras decisiones más afortunadas pero no puedo, no puedo mirar atrás más, donde estaba más cómoda y había un hombre que me lo daba todo, todo lo que quizá no quería y ahora tampoco quiero y me jode no conformarme con nada, con lo que hace el resto del mundo y tener familia, una boda y quizá un hijo. Romper con una vida que no te gusta es difícil pero comenzar con una vida que te guste lo es más aún porque no te dan la oportunidad.  Y ahí estoy entre el deber, el querer y la incertidumbre de no saber dónde narices voy a estar mañana. Y me agobio tanto y me duele tanto. Y vuelvo a mirar alrededor y me doy cuenta que echaré de menos está soledad impuesta a veces, elegida siempre. Que echaré de menos mis mañanas vacías, mis noches en vela viendo pelis, mis momentos de ocio vacío y lleno de pensamientos vacuos. Que echaré de menos Madrid, el bar, los bares, la gente, las amigas, los problemas, las complicaciones, los emails, las vespas, los besos que no se deben dar para que después no duela. Que echaré de menos el caos de mi casa, de mi vida, el andar desnuda por la casa, descalza, la cama sin hacer y la ropa por todas partes. Y te echaré de menos a ti, con tus payasadas y tu optimismo, con tu sonrisa y tu olor y tu vida caótica y ordenada a la vez, en la que te sientes tan cómodo. Y echaré de menos las borracheras de los lunes o los martes y las cervezas a las 2 de la mañana con alguien que al día siguiente no se tenga que levantar temprano o sí, pero que duerma conmigo y no vaya. Y echaré de menos a los negros de las esquinas, a las cámaras, a la suciedad del barrio que a veces tanto odio y que me da tanto miedo. Porque en definitiva tengo miedo, miedo de crecer y sentirme frustrada, miedo de no llegar a hacer lo que me gusta, miedo a no ser del todo independiente, miedo a perder lo que he conseguido con tanto esfuerzo, miedo a compartir la vida con otros que ya no forman parte de ella, miedo a no aprender a valerme por mí misma, miedo, de nuevo, a tomar decisiones equivocadas, miedo a perder todo lo que detesto y a la vez amo, miedo a perder las cosas por las que he luchado, miedo a lo desconocido, a enamorarme de nuevo, a desenamorarme otra vez, miedo a no ser capaz de volverme a abrir del todo a alguien, miedo a que la dejes o a que no lo hagas, miedo a parecer indefensa y frágil o a sentirme demasiado fuerte, miedo a empezar de cero cuando me apetece una mierda, miedo a quedarme estancada, en mi bucle eterno lleno de miedos y problemas.

1 comentario:

  1. :(

    No sé qué decirte...es lo más descorazonado y desgarrado que he leído hace tiempo, y a la vez lo más necesitado de cambio, de respuestas y sobre todo de oxígeno, tranquilidad y amor (en la forma que sea pero seguramente en una que no se lleve emociones de ti y ya no te las devuelva).

    Sólo puedo decirte que estaré aquí cerca para seguir pensando juntas y charlando juntas y pasar estos tragos dolorosos que nos da la puta vida.

    No tengas miedo, que ya verás cómo todo toma una inclinación determinada que el destino tenga planeada para ti. No tengas miedo y no sufras, ya verás cómo la culpa de lo que supuestamente has hecho mal se va disipando, cuando vayas viendo más claro.

    Anímate por favor y ten paciencia (aunque sea muy difícil).

    te quiero mucho, nena.

    ResponderEliminar